martes, 24 de abril de 2012

Niños en el Malba

El grado de mi peque mayor se fue de paseo al Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba). Y la seño tuvo la genial idea de invitarme a mí y a otra mamá a acompañarlos durante la visita. En cuanto me dijo dónde íbamos acepté encantada, y después vería cómo iba a organizar mi vida para poder ir. No podía perdérmelo!




Hicimos un recorrido corto, deteniéndonos en obras específicas. Primero nos detuvimos en la obra de Julio Le Parc, Six cercles in contorsion. Los chicos dijeron sus ideas sobre la obra, hablaron del material, de la luz, de lo que parecían esos círculos de metal; siempre guiados por las preguntas de Daniela y Alejandro, los guías. Y después descubrieron que la obra tenía movimiento (apretando un botoncito), estaban fascinados!


La segunda obra en la que nos detuvimos fue la de Jorge De la Vega, Rompecabezas (aquí otra imagen). Lo cual fue muy interesante porque no sólo se trataba del cuadro "enoooorme", sino que también se trataba de la instalación debajo del mismo: un escenario angosto donde había un banco, unos parlantes y un micrófono. Los chicos no lo habían notado, no lo tenían en cuenta como parte de la obra, así que cuando lo descubrieron les divirtió mucho. Aquí hizo su participación mi reina, cuando le preguntaron qué tipo de música podrían estar cantando en ese escenario ella dijo "el pop". La felicitaron, con saludo de mano incluído, había resumido todo el movimiento artístico en esa respuesta. Claro, que ella no lo sabía, pero me gustaría creer que la he influenciado en algo con tanta charla y tanto libro.
En esa obra también pudieron jugar. Bueno, no con la obra, pero sí con pequeñas reproducciones de las fichas del rompecabezas y ellos tenían que crear nuevas formas.
Y de ahí visitamos dos pequeñas obras del gran Antonio Berni, de las cuales no encuentro imágenes ni en el sitio del Malba, ni en la web. Eran dos obras hechas con distintos materiales, materiales de desecho como la caja de cartón donde vienen los huevos, botones, papel, etc. Y eran como dos monstruos/animales. Los chicos hablaron de los diferentes materiales que veían y de lo que podían ser. Y de ahí ellos mismos fueron a crear sus propias obras


Así terminó el recorrido, aunque a los chicos les hubiera encantado ver más cosas. Es fascinante escucharlos hablar sobre arte, porque ellos tienen la cabeza abierta, sin prejuicios ni pre conceptos. Y no les da vergüenza expresarse, ni decir lo que piensan. Me encantó el paseo, fue genial ir con los peques (35 chicos!) y fue genial este maravilloso museo. Los domingos hay actividades para chicos también, así que visiten la web para más información.

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